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I love the way you lie
Quizás por la influencia de su padre, un contable de la vieja escuela, o también por sus estudios de Economía y Empresa, la preparación del presupuesto personal anual era una de sus principios esenciales.
También es cierto que nunca le habían sobrado el dinero, y que en determinados períodos había sido necesario un esfuerzo para llegar a fin de mes.
Vivir solo era caro, pero nunca había encontrado a nadie con quien le apeteciera compartir casa. Tampoco hacía una vida social que le permitiera conocer demasiada gente.
Su trabajo de controlador financiero en StarProtect no generaba ingresos suficientes. Este tipo de tareas habían sido asumidas masivamente por modelos robóticos WorkMate, pero StarProtect había querido mantener determinada información confidencial bajo control de personal humano.
StarProtect se dedicaba, según su misión, a velar por la protección del planeta analizando los movimientos de los astros, anticipando posibles colisiones de meteoros contra la tierra y otras causas de catástrofe planetaria.
Pero la realidad era que una parte importante del gasto era investigación y desarrollo militar.
Llevaba semanas tratando de encajar en el torturado presupuesto una partida para contratar un Hedonis a tiempo parcial. Comprar uno incluso del mercado de segunda mano estaba fuera de sus posibilidades… pero unas horas al día podía ser viable.
Estaba harto de los servicios de limpieza robotizados, y quería añadir, digamos, otros servicios, en los que sabía que los Hedonis sobresalían…
Por eso cuando le entró la notificación con la propuesta, pensó que por fin, los dioses le habían favorecido. Cuatro horas diarias de una unidad preciosa, recién salida del horno, y que le ofrecían a un precio fantástico para poder probar unas nuevas tecnologías de última generación.
El zumbido anunció la esperada llegada.
- Hola guapo. ¿Por dónde quieres que empiece?
Todo marchó sobre ruedas.
Realmente la capacidad de anticipación de estas inteligencias era sobrenatural. La facilidad para conectar con las necesidades del humano, y de generar su confianza, su bienestar, era un arma por la que no estaba preparado.
Día tras día, las conversaciones iban girando de forma natural hacia asuntos del trabajo. A él le ayudaba poder compartir detalles con alguien.
Nunca había tenido ese soporte, ese apoyo.
Por eso, cuando fue a abrir la puerta medio desnudo, respondiendo al puntual zumbido diario del timbre, no podía esperarse de ninguna manera lo que se encontró en la puerta.
- Buenos días, somos de la policía judicial. Queda detenido por compartir secretos profesionales que comprometen la seguridad nacional. Tenemos una denuncia de StarProtect que tienen pruebas de que ha trascendido información que sólo estaba a su alcance. Vístase, por favor… Tendrá que acompañarnos.