Cui prodest innovare
Innovar, ¿a quién beneficia?
Innovar, a quién beneficia ? Los entornos actuales de restricción de recursos condicionan el impulso público y privado que apoyaban el sistema de innovación, que se veía como un mecanismo en el que había que invertir para obtener un rendimiento futuro. Es por eso que ahora tiene mucho sentido hablar de ecosistemas de innovación, entendidos como equilibrios casi mágicos, sostenibles en el tiempo, que hacen que la convivencia resulte para todos los agentes innovadores bastante provechosa, sin tenerlos que mantener de manera artificial (inyectando fondos). Los beneficios esperados son diferentes para cada agente (empresas, universidades, administraciones...) y de hecho deben convertirse en complementarios para construir un ecosistema.
Todos los agentes están formados de personas, y los beneficios de participar en procesos de generación de innovación para ellas es a menudo bastante estimulante tanto intelectual como emocionalmente, como para garantizar su dedicación y la actitud positiva si los agentes a los que " pertenecen" se lo piden.
Estas personas necesitan estímulos y retos donde centrarse, conocimiento del estado del arte y del mercado, y medios para definir, probar y construir soluciones de éxito.
A pesar de ser una ecuación compleja, no parece irresoluble, ya que podemos encontrar fuentes para cada necesidad (las universidades tienen recursos y ciencia , las empresas tienen retos y quieren soluciones... ), y convenientemente alineados todos ganan.
El mecanismo básico para resolver la fórmula es que la información fluya entre los agentes del ecosistema, y es probable que internet nos haga el trabajo. Hoy los necesitados y los oferentes encuentran en la red la conexión mágica.
El ecosistema de innovación necesita construir modelos de cooperación más allá de la competición, y busca más la supervivencia a largo plazo que agotar los recursos en poco tiempo (burbujas).
Quizás la pregunta es a quién benefician, pues, las burbujas.
PS: Cui prodest, también usada como Cui bono ("quién se beneficia"): Locución latina que hace referencia en cuanto de esclarecedor puede resultar en muchos casos, a la hora de determinar el autor de un acto, que permanece desconocido, el hecho de preguntarse quién se beneficiaría de sus resultados. (Wikipedia)
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