Tenía por delante un día emocionante.
Hacía meses que había estado realizando diferentes proyectos sobre tecnologías blockchain en el trabajo.
Harta estaba ya de que los sabios de siempre dijeran que esta tecnología estaba buscando todavía alguna oportunidad donde encajara.
Ella sabía que no era así. Pero había que romper algunos muros antes. Ahora se estaban haciendo a añicos ellos solos, por el covid.
Hace unos meses optó por hablar de esto en el foro de difusión de carreras STEM en la Universidad. Privacidad y conocimiento, la tituló. En una sala magna llena de jóvenes talentos afirmó:
- Podemos dejar atrás sistemas antiguos, basados en credenciales de identificación personales, y avanzar hacia un mundo donde el uso de la información se haga siempre de forma anónima, y beneficiando a su propietario.
Muchos no entendieron demasiado que quería decir con esto. Pero puso unos ejemplos bastante esclarecedores:
- Una tienda cuando quiere cobrarte no necesita saber cómo te llamas, ni el número de tu tarjeta, ni ver tu foto. Sólo necesita una garantía de cobro.
-Un agente en un control de vehículos, sólo necesita saber que tienes una licencia de conducir vigente, y la ITV pasada, y que el control de drogas sale negativo.
- Un médico no necesita saber cómo te llamas y dónde vives. Necesita saber tu historial para realizar un buen diagnóstico.
- En unas elecciones sólo es relevante estar seguro de que puedes votar, y que sólo lo haces una vez, antes de contabilizar tu elección.
Tenemos miedo de que nos controlen, de que sepan qué hacemos, qué pensamos, y que lo utilicen en nuestra contra. Leímos 1984, vimos Minority report, y sabemos lo perversa que puede ser una policía y un sistema judicial corrupto.
No es necesario ir a la ficción, sin embargo. Los periódicos están llenos de casos. Ella sabía que sólo la matemática podía hacer posible avanzar en estos horizontes, y que la gente no sintiera que se estaba poniendo en riesgo su privacidad.
Hoy presentaremos el nuevo caso de uso de la tecnología de identificadores digitales, sobre tecnología blockchain, para monitorizar de forma anónima a la población con síntomas de Covid-19.
Nadie sabría que estabas enfermo, excepto CAT-i.
Nadie sabría con quién has estado, excepto CAT-i.