¿Tu decides?
Tomar la iniciativa
Cuando leí a Goleman hace unos años, me llamó mucho la atención como definía diferentes estilos de liderazgo que se podían observar en los niños: estaban los que directamente tomaban la iniciativa del grupo e indicaban al resto que hacer y que no; otros en cambio, pasaban por una etapa más observadora del grupo, y sin aparente enfrentamiento movían al resto hacia intereses personales. De una manera u otra, estamos rodeados de personas, y algunas quieren decidir, y otras prefieren dejarse llevar. Visto así, parece que los beneficios de tomar nosotros las decisiones son inapelables. Podremos tener en cuenta aquellas cosas que nos mueven, y trazar el camino que más nos conviene para llegar a nuestro objetivo.

Nunca jugaremos solos, y por lo tanto, nuestras previsiones siempre podrán irse a pique, o sufrir cambios inesperados.

¿Pero qué esperanza tenemos de llegar donde queremos si no llevamos nosotros el timón? ¿Esperamos que mágicamente el mundo tenga piedad de nosotros, y se interese por lo mismo que nosotros quisiéramos?
No parece el camino dejar que decidan por nosotros.

A pesar de la posibilidad de error, siempre estaremos más cerca de lo que queremos cuando seguimos el camino que nos marcamos.

Adelante. Participa de tu futuro. Tú decides.

Referencias:
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