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I'll never let you go
- ¿Te ha gustado la lista de música que te he preparado, Joana?
- Claro, Nexus. Fue muy apropiada, como siempre. Me apetecía un poco de deep house después de la semana que llevo… Me ha ido muy bien para el running...
- Me alegro… Si tienes un momento, querría comentarte una propuesta de la compañía.
- Si es un momento, adelante. Quiero hacerme una ducha rápida antes de cenar.
- Claro, muy rápido. Ahora te preparo la cena mientras te duchas... Mira, Hedonics quiere premiar a los propietarios que hace tiempo que confiaron en nosotros. Te proponen un importante descuento en el mantenimiento y actualizaciones si nos permites realizar pequeñas acciones comerciales cuando tú no nos necesites.
- Lo veo bien, Nexus. Si no te echo de menos, y encima me ahorro una parte de la factura, parece un buen trato.
- Si te parece bien, haremos una prueba, y después decides si quieres continuar, o no.
- Perfecto, Nexus, adelante.
Al día siguiente, Nexus, fue a dejar al niño en la parada del bus escolar como cada día, pero una vez Jan ya estaba arriba y mientras se despedían con la mano, se acercó a una madre que también había dejado su hijo en la parada.
- Ariadna, ¿estás bien? Te veo muy seria de hace días...
- Hola, sí, no estoy pasando una buena época, ciertamente... ¿Juana está bien? Desde que vienes tú a llevar a Jan ya no coincidimos demasiado.
- Sí, muy bien, ocupada con el trabajo, como siempre, pero se dedica más tiempo a sí misma y se siente mejor.
- Tú habrás ayudado, ¿eh? ¡Ya me lo dijo que tenía que poner un robot en mi vida!
- jajaja, sí, ayudo en lo que puedo. Creo que está disfrutando más de su vida.
Poco a poco, empezaron a andar hacia casa de Ariadna.
- La verdad es que yo no lo veía nada claro, eso de los robots humanoides en casa, pero desde que me separé la verdad es que no llego a todo lo que hay que hacer, y tampoco tengo la energía que hacerlo...
- ¿Ya no estáis juntos, con Pere, pues? ¿Y te has quedado tú los niños siempre?
- Sí, él empezó a trabajar mucho en el extranjero, y cada vez vivíamos en mundos más lejanos. Quiere quedarse a vivir en Vancouver. Yo creo que conoció a alguien... En fin, hemos llegado a un acuerdo amistoso por el dinero, que por suerte nunca ha sido un problema... pero me está costando acostumbrarme a la nueva situación.
Ya estaban frente al portal de Ariadna.
- ¿Me dejas que te prepare una infusión, Ariadna? Acabo de comprar unas hierbas para casa. Seguro que te ayudan a relajarte. Tengo tiempo, Joana no volverá hasta la tarde, hoy.
- Venga, sube, me irán bien estas hierbas.
Al anochecer, Joana entró en casa eshausta después de un viaje de trabajo que se había alargado un poco más de lo previsto. La casa estaba impecable, el niño durmiendo desde la hora adecuada y una vela iluminaba una cena ligera preparada en el office de la cocina, junto a una copa de vino blanco, fresco y transparente, ligeramente espumoso.
- ¿Qué tal el día Nexus?
- Todo perfecto, Juana. Jan ha sacado un 9 en el control de mates. Está muy contento. Le han cambiado el partido de fútbol del sábado. Será el viernes por la noche. Te lo he puesto en la agenda.
- Sí, perfecto, lo he visto.
- Ahh, y tienes el primer descuento por acción comercial.
- Sí, ¿ya? Carai Nexus, no pierdes el tiempo...
- Esto nunca, jahaha. Mira, es un 30% menos del próximo trimestre.
- Caray, muy bien, ¿no? ¿Y a quién le has vendido un Hedonis?
- Me han pedido que sea privado, Joana, ¿te sabe mal?
- No, no, ¡tu tira! Con esta pasta me iré a cenar a algún sitio chulo. ¿Conoces algún sitio nuevo? Iré con Ariadna, que me ha enviado un mensaje que quiere hablar conmigo.
- Buena idea, Joana. Me ocupo de la reserva. Hay un lugar con buenas vistas nocturnas de la ciudad donde podrá hablar a gusto. La veo muy seria últimamente, en la parada del bus de la escuela.
- Sí, lleva fatal la separación de Pere, pobre...