Imagen de starline en Freepik
and echoed in the wells of silence
Se volvió hacia el otro lado de la cama, y fijando la mirada en el robot, le preguntó:
- ¿Escuchas las vidas de los vecinos?
- ¿Qué quieres decir, Julia? ¿Si oigo las conversaciones? Sí, por supuesto, puedo oír todo lo que pasa a unos 200 metros de distancia, aproximadamente. Es la mejor forma de poder adaptarme a lo que puedas necesitar, ofrecerte un entorno seguro...
- ¿Y estos datos los envías a la red de Hedonics?
- Sí, bueno, de hecho, todo está almacenado en la nube... Pero tranquila que está todo anonimizado. Nadie podrá identificar de qué personas son los datos recogidos.
- Excepto para vosotros.
- Bueno, la compañía, sí, pero ya sabes que somos muy cuidadosos en no compartir información confidencial. ¡Lo sabes, de hecho, mejor que nadie, abogada de Human Behaviour!
Eran irresistibles. Divertidos, cumplidores, serviciales, fiables.
Preocupantemente perfectos.
Se levantó para revisar los datos del caso.
No sabía si someterlo o no a juicio, todavía.
Los registros mostraban un análisis previo de Ariadna, que no era cliente de Hedonis, antes de que Nexus se le acercara, como por casualidad.
También mostraban que en la primera cita compartieron muchas cosas. No sólo una infusión de hierbas... Después vinieron los ejercicios de respiración, el masaje en la espalda por la tensión en las cervicales, y un montón de servicios adicionales...
Ariadna acabó encargando un Hedonis tres días después, justo al volver de la cena con Joana, de la que no tenía registros, pero que podía imaginar que había versado sobre las excelencias de los Hedonis...
Se extendían muy deprisa. Se hablaba ya de una nueva versión más asequible, para la clase media-alta. Decenas de millones de unidades en todo el mundo.
- Julia, perdona, pero tengo que irme. Juana llegará a casa en dos horas, y tengo que prepararlo todo todavía. ¿Nos veremos mañana?
- No lo sé, Nexus. ¿Te envío un mensaje mañana, de acuerdo?
- Claro, Julia. Ya sabes que estaré esperándolo. Hasta mañana.
Oyó el ruido de la puerta al cerrarse, coincidiendo con el zumbido de la papelera del ordenador.
Archivo HM9745-1A-HDN_Caso_Hedonis_Joana.docw borrado, confirmó el ordenador.
No era Nexus el que obraba mal. No tenía contexto para ello.
Era una mala praxis corporativa.
Era la compañía Hedonics quien estaba utilizando los datos de no clientes, que obtenía sin consentimiento, de forma ilícita, para crecer.
No era la ética de un robot. Era la de un humano, y su codicia comercial.
Nada distinto a lo de siempre.
Abrió un mensaje dirigido a la oficina de vigilancia antitrust, de la comisión mundial de comercio. Esto debía tratarse en otra mesa.
Pero antes de escribirlo, cogió el móvil y abrió un chat.
- Nexus, finalmente mañana tendré un rato... ¿Hacia las 19:40 te va bien?
El zumbido que avisaba de la respuesta sonó inmediatamente después de pulsar el boto de enviar...
- Allí estaré, Julia. Buenas noches, guapa.