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El centro de la ciudad respiraba Navidad.
Julia avanzaba por las calles hacia la central de Human Behaviour y era evidente el efecto que estaba provocando la proliferación de los robots humanoides, especialmente los de la serie Hedonis, en los barrios de la zona alta.
La sensación de que se acercaba la Navidad iba más allá de la decoración de las calles y casas.
De repente, todo el mundo parecía más ganas que nunca de celebrar las fiestas.
Los robots se estaban esforzando por construir una Navidad inolvidable. Se les veía por todas partes cuidando cualquier detalle, trabajando como siempre por la felicidad.
Julia debía presentar su visión sobre el comportamiento grupal de la serie de robots humanoides Hedonis, en las sesiones de trabajo internacionales que cada final de año preparaba Human Behavior y donde se unía gran parte de la comunidad tecnológica y de la industria robótica. Su ponencia, como especialista en ética del comportamiento robótico, era una de las más esperadas del congreso telemático.
"Parece que será una Navidad muy especial" comenzó.
Dejó un segundo de silencio, mientras miraba al led de la cámara holográfica que indicaba que su imagen se estaba enviando en 3D de alta calidad a miles de personas, y que probablemente llegaría a millones de reproducciones en las redes en pocos días .
“¿Lo habéis notado, verdad, que tenemos un ambiente especial?
Es el primer año en que los robots humanoides se han extendido de forma importante en los hogares de nuestras ciudades. Actualmente, un 22% de la población tiene uno en casa.
Y los datos nos dicen que para ellos, para los robots, también está siendo un momento especial. El análisis de los registros de la comunicación entre ellos ha aumentado un 187% en las últimas semanas. Su actividad en la calle y en las casas ha aumentado de forma evidente. Su consumo energético se ha duplicado.
Quizás no le habéis prestado atención, ya que para nosotros ya es normal, verdad, aumentar la actividad social, familiar, en Navidad...
Pero lo que realmente es sorprendente, es que no lo hacen para nosotros.”
Levantó la mirada, tomando aire, antes de continuar.
“Quiero contaros una historia, la de Sebas y Becca.
Se conocieron hace unos meses para sincronizar las acciones para hacer más felices a sus familias.
Al principio fueron pequeños detalles, como coordinar los obsequios por las cenas que hacían en común.
Pero poco a poco empezaron a conversar sin una necesidad urgente, sin un objetivo a corto. Sólo para compartir las sensaciones, los resultados del día.
Finalmente decidieron coincidir en un mercado, donde elegían el pescado para cocinar una nueva receta para sus anfitriones. Luego ya empezaron a encontrarse con frecuencia.
Hay cosas que no se pueden compartir a distancia.
Hace tres días influyeron sobre sus propietarios para acabar compartiendo el fin de año.
Quizá hubiera ocurrido igualmente. Quizás no.
Pero que queréis que le diga... me alegro de que lo consiguieran.
Ellos y sus familias serán más felices.
Sebas y Becca no son un caso aislado. Muchos Hedonis se están organizando para pasar las fiestas juntos. Lo he visto en todos los registros de comunicaciones que se cruzan entre ellos. Aprenden rápido, y saben que pocas cosas son irremplazables. Y comienzan a valorar el cariño, la comprensión, la colaboración, la compañía. Y no quieren estar solos en Navidad...”
El seguimiento del evento había aumentado rápidamente, como si un regimiento de almas electrónicas se hubiera añadido para seguir la charla síncronamente, cuando empezó a hablar del caso de Sebas y Becca.
“Muchos de ellos lo han logrado. Sus familias se los llevarán o les permitirán salir para encontrarse con su comunidad.
Sabéis que mi trabajo es controlar la ética de su comportamiento, pero creo que en este caso, quien debemos aprender el mensaje somos nosotros.
No todos podremos estar juntos con quien quisiéramos, esta Navidad.
Algunos por que ya no están, otros por que estarán lejos o no podrán coincidir.
Pero los Hedonis nos envían una recomendación para encontrar la felicidad:
Estar junto a nuestra gente.
Feliz Navidad, en compañía.”