Más con menos
Aumentar la productividad
Escuchamos cada día a los expertos por las distintas tertulias económicas que en nuestro país tenemos problemas de productividad. Debemos ser capaces de generar más con menos. Lejos de lo que podríamos pensar, como nos hacía ver el McKinsey Quarterly de Junio de 2010, aumentar la productividad de quienes trabajan es la forma de generar nuevos puestos de trabajo, gracias a los efectos positivos de la prosperidad que se genera.

En 40 años, se ha pasado de necesitar 80 céntimos para generar un euro, a tan sólo cerca de 30.
Y todavía tenemos camino por recorrer. Algunas industrias llevan tiempo obteniendo cada vez más provecho de la tecnología, como el sector financiero o las telecos, pero otras, como el sector sanitario, la educación y el sector público tienen todavía oportunidades para emprender.

Los discursos en los que para ser más productivos debía trabajarse más horas, o alargar la vida laboral de los trabajadores o flexibilizar las condiciones laborales, tan presentes en nuestra actualidad en los últimos meses, se demuestran menos efectivos ya que los incrementos de la productividad provienen en dos terceras partes de la innovación en procesos y productos.

Estamos en un camino que nos hará cambiar la eficiencia por la inteligencia, proporcionada por nuevos trabajadores del conocimiento, acostumbrados al análisis de múltiple información, la capacidad de análisis y de resolución de problemas y el pensamiento creativo. Estadísticas demuestran que las empresas que duplican a este tipo de profesionales (del 20% habitual, al 40% del total) pasan a triplicar resultados.

No basta con fichar talento, ya que después hay que darle la información y la autonomía que maximice su aportación de valor. De ahí la importancia de conectar a los trabajadores con los indicadores de negocio, escogidos y correctos, que les permitan tomar las buenas decisiones.

Y más en un mundo donde las bases del negocio pueden cambiarnos en mucho menos tiempo de lo que creemos. Kodak lleva años intentando adaptarse, sin acierto, al cambio radical provocado por la fotografía digital, un cambio que en parte precipitó con sus innovaciones. De valores en bolsa que apuntaban a los noventa dólares, ahora se pelea a diario con los centavos en torno a un dólar. De 150.000 trabajadores a menos de 20.000.
Otras compañías no tendrán tanto tiempo como ha tenido Kodak para intentar corregir el rumbo.

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