Que te vaya muy bien (Episodio 7)
Crashing, hit a wall,
Right now I need a miracle,
Hurry up now, I need a miracle.
- The chainsmokers
Laia escuchaba The chainsmokers, una canción tan triste como preciosa, mientras miraba sentada en su bicicleta como Ferran salía del Bruc, ya recuperado.

Ella sólo había tenido un par de días ligeras molestias, similares a las de un resfriado, pero tuvo que permanecer encerrada en casa durante 10 días. Anteayer la prueba serológica confirmó que ya no podía transmitir la enfermedad y que tenía un grado de inmunidad del 74%. Dependía de las variantes del virus, de la carga viral a la que estuviera expuesta y de algunas variables más. No importaba, ya le avisaría la CAT-i, si era necesario tomar alguna precaución más.

Le había servido para pensar este período. Pudo teletrabajar todos los días, por suerte, y así se distrajo un poco. Los días sin bici se hacían largos.

Aquellas calles siempre serían especiales para ella, les recordaba de los tiempos de ir a la escuela, al Thau, y bajar por esa avenida que antes tenía un nombre de militar, saliendo de los entrenamientos de baloncesto.

Los muros del que había sido un cuartel, ahora servían para acoger a muchos de los enfermos de Covid que aceptaban el alojamiento propuesto, pero había tenido ya diferentes usos desde que la República decidió desmilitarizar el país, y transferir la gestión a la Consejería de Acción Social.

Los edificios de los alrededores, antes residencias de oficiales y otros afines, ahora acogían al personal de apoyo y a los abuelos de algunas residencias que había sido necesario concentrar de forma preventiva en zonas de alta vigilancia viral.

Antes de la crisis del virus el Casal del Bruc había acogido un barco de inmigrantes que otros países querían ver hundidos en el Mediterráneo.

Muchas cosas habían cambiado desde ese octubre. Las semanas de resistencia callejera pasaron por encima de las instituciones. Mostraron el camino de para que debían servir.

Mientras, algunos países vecinos seguían exhibiendo a personas de uniforme para gestionar una crisis médica y social, que había que resolver con ciencia y tecnología, y no por la fuerza, o con discursos vacíos.

Laia vio cómo Ferran salía caminando y cómo se abrazó a Lluïsa. Le veía brillar los ojos desde allí.

Que te vaya muy bien, Ferran.


Pareció escuchar la frase que no llegó a salir de su boca, ya que se volvió hacia donde estaba, y vio que la reconocía, como tantos otros días, encima de la bici.

Laia cambió la canción con un rápido toque. Necesitaba algo de Bruce.
Era el momento de irse.
La CAT-i sabría, más adelante, que ya no volverían a verse.

2 comentarios en «Que et vagi molt bé (Episodi 7)»

  1. La tecnologia ja està llesta, com saps prou bé, i la gent amb empenta i ganes de fer les coses diferents, també.

    Ben cert que també hi ha altres forces que volen mantenir-ho tot com està, lligat i ben lligat. I això no ho resoldrem pas a una taula de diàleg… 😀

    Gràcies pel teu comentari, Oriol.
    Seguim!

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