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Tenían la sesión del juicio de comportamiento de KELI.
Le gustaba su trabajo.
Este detallado análisis de las situaciones a las que se habían enfrentado los robots acababa marcando las pautas de funcionamiento del resto de las máquinas de todo el mundo.
Hacía unos años, con el crecimiento de la inteligencia artificial aplicada a la robótica, se acordó generar un instituto global de comportamiento robótico, para asegurar la ética de sus decisiones.
Si se observaba un comportamiento inadecuado, se retocaban las pautas en la programación de los árboles de decisiones positrónicos de los robots.
Pero todo estaba conectado, y no era tan fácil asegurar que una nueva regla no afectaría negativamente a otras decisiones. Por eso, constantemente, se analizaban casos para detectar malos comportamientos.
Hoy quería absolver a KELI.
Quizás sí se había apropiado de un comportamiento humano, pero si no lo hubiera hecho, habría sido peor.
Cuantas mujeres muertas más serían necesarias para poder adelantarse a la violencia machista.
Pero le había tocado un juez duro.
Amadeo era considerado del sector conservador.
Julia empezó fuerte, como siempre:
- La unidad KL2733/46/HWC, a la que llamaremos KELI, indagó a uno de sus anfitriones, José Gómez Huestes, ante la sospecha de comportamientos inadecuados, dirigidos especialmente a mujeres. Conectada con otras inteligencias artificiales de otras víctimas del anfitrión, logró reunir pruebas de distintos delitos que puso en conocimiento de la policía.
No presentó pruebas obtenidas de su presencia en la casa, sino de su investigación de otras fuentes, especialmente del servicio de seguridad de Huestes SL. Asimismo, las decisiones de las actuaciones contra el anfitrión las tomó la policía, al analizar la información que les mandó...
Amadeo la interrumpió, como solía hacer.
- A ver, hasta dónde podremos permitir que nos presenten cargos las máquinas que ponemos en casa. La apropiación de conducta humana por parte de la..., a ver..., sí la KL2733/46/HWC parece evidente.
Julia ya lo esperaba...
- No existe apropiación de conducta humana. La decisión fue de la policía, y no utilizó la información recogida en la casa. No existe utilización de datos privados, ni suplantación de decisiones humanas.
Sólo una lógica arrolladora que nos ha ayudado a liberar a 17 víctimas conocidas de un opresor.
Volviendo a casa, una vez que KELI quedó absuelta, pensó hasta qué punto habíamos perdido la intimidad. Quizás necesitamos sentirnos vigilados para ser mejores personas.
Estaba ayudando a que las máquinas pudieran ampliar su ámbito de influencia.
Tampoco estaba segura de acertar.
Sin embargo, en este caso se consideró legítimo.